miércoles, 1 de noviembre de 2023

MALCOLM LOWRY: "¡Volcánico!"

 

 

[Nacido en Cheshire, UK,  28 de julio de 1909 - Fallecido en Chalvington with Ripe, Sussex,  UK., el 26 de junio de 1957 a causa de su alcoholismo crónico (or Death by Misadventure) a la edad de 47 años] 
 
 

"Inerme, estaba sentado aún en el baño, observando los insectos de la pared colocados en ángulos diferentes, como navíos en el fondeadero. Un enorme grillo de pulido fuselaje, se aferraba a la cortina, meciéndola apenas y limpiándose la cara como un gato, sus ojos en tallos parecían dar vueltas en la cabeza.
 
 
Una oruga comenzó a avanzar hacia él, atisbando a derecha e izquierda con inquisitivas antenas. Un enorme grillo de pulido fuselaje, se aferraba a la cortina, meciéndola apenas y limpiándose la cara como un gato, sus ojos en tallos parecían dar vueltas en la cabeza. Se volvió esperando encontrar mucho más cerca a la oruga, pero también ella se había vuelto, moviendo ligeramente sus amarras. Ahora un escorpión se le acercaba moviéndose con lentitud. De pronto el cónsul se levantó, temblando de pies a cabeza. Pero no era el escorpión lo que le importaba. Sino que de pronto las leves sombras de clavos aislados, las manchas de mosquitos muertos, las mismas marcas y grietas en la pared comenzaban a pulular, así que, donde posase la mirada, nacía otro insecto, que comenzaba a arrastrarse hacia su corazón al instante.
 
Era como si (y esto resultaba lo más asombroso) todo el mundo de los insectos se le acercase, le arrinconase y se precipitase sobre él. Por un momento la botella de tequila al fondo del jardín resplandeció en su alma, y el cónsul, dando traspiés, llegó hasta su dormitorio... En el jardín aullaban fuertes ráfagas de cálido viento. Permanecía observando las nubes que atravesaban con velocidad vertiginosa los cielos mexicanos. ¡Qué rápidas pasaban, con qué desmedida rapidez! A mitad de nuestra vida, a mitad del maldito camino de nuestra vida... (Malcolm Lowry)

                        ALCOHOLISMO Y LITERATURA


 
La complacencia, sea del tipo que sea,  por lo general, favorece el desorden. Muchos escritores han trabajado siguiendo esta aseveración, no siempre exacta. Una novela puede mover los resortes más insignificantes de la fábula, meditarse como un proyecto deslavazado, pues en ella se puede decir de todo; y la historia que cuenta nunca será definitiva porque sus personajes aportan verdades que varían y varían según las condiciones del autor, que cuando escribe casi siempre lucha con su propia verdad y su propia moral. Y para conciliar ambos retratos: personaje y autor, el escritor no deja de inflingirse dolorosas mortificaciones, como si viviera encerrado en un cenáculo muy aislado, muy cerrado, muy consciente de sí y de sus debilidades, y, por supuesto, muy despectivo para con los demás y para consigo mismo. De esta complicada casuística, una única novela puede acabar por brindar un ejemplo atrayente e inesperadamente elevado partiendo de la pluma de un compulsivo alcohólico como fue Clarence Malcolm Lowry.
 

 
Lowry había nacido el 28 de julio de 1909 en New Brighton, Inglaterra, en la península conocida por Wirral, situada entre los ríos Dee y Mersey. Fue el cuarto hijo de un próspero comerciante algodonero, Arthur Lowry, cuya familia era originaria de Cumberland, metodista y abstemio obsesivo, y de Evelyn Bode, una madre un tanto ausente, durante la primera infancia de Malcolm, por motivos de salud, pero a la que, no obstante, él siempre llamaría "my dear darling precious little mother". Estudió en The Leys School (escuela famosa por la novela "Goodbye, Mr. Chips" de James Hilton), y de allí pasó al St. Catharine's College, en Cambridge. Vivió en un marco familiar bien acomodado, donde sus jornadas infantiles se estimulaban con deportes como el tenis y el golf (el hogar de los Lowry poseía su propia cancha y un pequeño prado habilitado para el segundo deporte). La holgura doméstica de la que gozó, no impediría, sin embargo, que el joven Clarence Malcolm se entregara a la bebida a la temprana edad de 14 años. Él mismo contaría más adelante, en una de sus narraciones cortas, que todas las mañanas acompañaba a su padre para que tomara el ferry que lo trasladaba, cruzando el río Mersey, a sus oficinas en Liverpool. En el camino coicidían con un vecino que hacía idéntico recorrido a pie, y al cual su padre no saludaba jamás. Era un abogado que invariablemente alzaba su bastón en signo de burla ante la indiferencia de Mr. Lowry. Cuando Malcolm preguntó a su padre el porqué de negarle el saludo, Arthur Lowry contestó con cierta crispación que aquel detestable vecino era un borracho empedernido, y que no merecía la menor consideración amistosa por su parte. En dicha narración Malcolm escribe: "Mi padre ignoraba que secretamente yo estaba dispuesto a convertirme en borracho cuando fuese mayor" A los 15, ganó el premio junior que concedía el Royal Liverpool Golf Club, en Hoylake, al mejor jugador de golf. Las expectativas paternas de que su hijo siguiera estudiando en Cambridge y se dedicara al negocio del algodón fracasaron de pleno frente al carácter rebelde de Malcolm ("Nunca he deseado vivir entre cojines de seda. Mi mayor deseo es ver el mundo y entremezclarme con todas y cada una de sus partcularidades. He de adquirir experiencias antes de volver a encerrarme en Cambridge").
Decidido ya a vivir  la mayor clase de experiencias posibles a lo largo del ancho mundo, consiguió embarcarse en mayo de 1927, a los 18 años, en el buque carguero S.S. Pyrrhus, que salía de Liverpool, bajo la mirada entristecida de sus padres, que permanecieron en el muelle hasta que el carguero se perdió en la lejanía, rumbo hacia Shanghai y Yokohama. Aquellos primeros cinco meses en el mar serían revividos en su primera novela "Ultramarine". Las críticas publicitarias recibieron su libro indicando que se trataba "del total rechazo de un niño rico a la cómoda vida hogareña"
 
Vuelve a Inglaterra en el otoño de 1929, a fin de contentar a sus afligidos padres. En Cambridge de nuevo, se gradúa en 1931 como "1st. class degree in English". Entusiasta del jazz y del charlestón, una de sus escasas fotografías de juventud nos lo muestran tocando el ukelele. En la universidad vive una de sus experiencias más terribles: su compañero de habitación, Paul Frite, se suicida, tras no conseguir mantener una relación homosexual con Lowry, quien lo había rechazado desde el primer momento. Lowry, pese a todo,  no pudo evitar sentirse responsable de la muerte de su compañero de estudios, y  viviría obsesionado  por ella durante el resto de su vida.
 
En dicha época, se entusiasma, con "Blue Voyage" de  Conrad Aiken [Conrad Potter Aiken (Savannah, Georgia,, EE.UU., 5 de Agosto de 1889-Brewster, EE.UU., 17 agosto 1973-En 1930 recibió el Premio Pulitzer de Poesía por su obra "Selected Poems"] libro que su hermano Russell pone en sus manos, indicándole: "Este libro significará mucho más para ti que para mí". Malcolm describiría a Aiken y su novela como "genio satánico y extraordinario".




Su admiración por Aiken, que le doblaba la edad, le llevó a cartearse con él, que vivía en Boston, donde convivieron varios años. Aiken, que se convirtió en tutor de aquel alcoholizado aprendiz de escritor, aseguró que la relación con Malcolm llegó a convertirse en una "bella amistad" que duraría hasta el fin de sus días. No obstante, los conflictos entre ambos se iniciaron desde el mismo momento en que se conocieron. Aquella amistad tampoco fue bien vista por el padre de Malcolm, aunque éste aseguraba que el vínculo que  existía entre ellos era el de auténticos colegas literarios. que, en efecto se trataba de  un novelista y poeta con cierto renombre, amigo de T.S. Elliot, además de haber sido profesor en Harvard. Pero lo que en realidad les unía era el desarraigo más completo. Ambos eran bebedores compulsivos, violentos y frecuentadores de prostíbulos. Gordon Bowker, escritor, catedrático de sociología, y famoso biógrafo de Lowry, apodó a Conrad Aiken "El ángel sombrío". Años después se publicaron las cartas que ambos escritores se dirigieron a menudo entre 1929 y 1954.
 
Lo cierto es que Aiken había sido expulsado de Harvard por "moral turpitude" (conducta inmoral), y, gran admirador de Freud, diagnosticó, como psicoanalista aficionado, que Malcom Lowry padecía esquizofrenia. Probablemente, ambos la padecieran, ya que su amistad, que duro 25 años, se vio ensombrecida por una violencia constante y destructiva. Su relación fue considerada como parasitaria  y simbiótica, impregnada de alcohol, rival y competidora. Aiken había presenciado, a los 9 años, el asesinato de su madre a manos de su padre tras un ataque de celos, para acabar luego suicidándose ante los ojos aterrorizados de su hijo.

Finalmente, ambos escritores acabaron saqueándose las ideas mutuamente, como si ejercieran una especie de canibalismo y vampirismo. Aiken ayudó a corregir "Ultramarine", aunque impregnándola de un tono lírico muy "aikeniano", que disgustaba profundamente a Lowry. El odio daba paso a bromas pesadas de una virulencia extrema. Lowry, en un juego de lucha, acabó fracturándole el cráneo a Aiken con la tapa de un inodoro. Y como escritor dado a la desesperación no le importó reconocer que se "servía de la obra de Aiken". "Blue voyage", aseguraba el sempiterno excéntrico Malcolm, me gusta tanto, porque seguramente lo he escrito yo en otra vida". Tras Conrad Aiken aparece la figura del escritor noruego  Nordhal Grieg [Johan Nordahl Brun Grieg, nacido en Bergen, Noruega,el 1 de noviembre de 1902-Fallecido como corresponsal de guerra, durante una misión de bombardeo en Berlín, el 2 de diciembre de 1941], autor de la novela "The Ship Sails On" que causó un impacto parecido al de "Blue voyage" en el aprendiz de escritor Malcolm Lowry.
 
                                         Grieg como corresponsal de guerra en España en 1937
 
 
 
 
En 1931 partiría hacia Noruega en busca de Grieg. La influencia del autor noruego benefició enormemente a Lowry. Sin embargo, Malcolm, años más tarde, fue capaz de reconocer que su primera novela no era más que un "plagio disfrazado" de "The Ships Sails On". Así se lo confesó a Grieg, quien se limitó a sonreír amablemente, sin conceder la menor importancia a la aseveración de Malcolm. Cuando la edición de "Ultramarine" fue aceptada, Aiken había escrito un nuevo libro "The Great Circle", que fue rechazada por su Editorial. Una vez más Aiken había sucumbido ante el arrebatado talento que demostraba su discípulo Malcolm Lowry, que había tardado seis largos años en escribirla, entregándose, a base de préstamos para sobrevivir, a infinitas correcciones y añadidos. 


"Ultramarine" vivió una serie de contratiempos antes de su publicación. El manuscrito fue sustraído del automóvil de Ian Parsons, uno de los editores de la casa Chatto and Windus, que había aceptado publicarla, considerándola  "original y poética, sin llegar a ser oscura". Malcolm no había guardado ninguna copia a carbón de la misma, y totalmente desesperado por la perdida de su original, se comprometió a rescribirla, entregándose a una busca exhaustiva de todos los fragmentos rescatables. Fue su amigo Martin Case, que le había ayudado a mecanografiarla, quien logró recuperar casi todos los borradores que habían ido a parar a la basura, y mediante los cuales pudieron volverla a montar. Finalmente, Chatto and Windus se negó a publicar la reconstrucción de "Ultramarine", y sería Jonathan Cape [Herbert Jonathan Cape -1879–1960-), quien correría con la edición, que vio la luz en 1933. El crítico literario inglés V.S. Pritchet la calificó de interesante debido a sus "acciones y descripciones", e ignoró por completo la obra de Aiken y Grieg. 

Malcolm
se instala en Londres durante un breve período, donde conocería a Dylan Thomas. Decididamente se entrega a las que serían sus dos mayores pasiones: el alcohol y la literatura. Aquel año de 1933, con la galerada de "Ultramarine", un ejemplar del "Ulises" de James Joyce, que aún no había logrado leer, y cuya influencia sería decisiva para su "Under the Volcano". Lowry viaja a España instado por Conrad Aiken. Les acompañan la esposa de éste, Clarissa Aiken y el pintor Edward Burra. A primeros de abril salen hacia Gibraltar, y de allí parten a Ronda y a Granada. La relación entre Aiken y Lowry había alcanzado ya su punto álgido. 
                                                                           {Villa Carmona-Granada}

En Granada se hospedaron en la pensión Villa Carmona, cercana a la Alhambra. Y es precisamente en dicha pensión donde Malcolm Lowry, según contó Aiken, recibiría otra de sus maravillosas revelaciones: una bella norteamericana, bajita y con sombrero de ala ancha, Jan Gabrial {Janine Lowry Singer -1911-2001}. En su ensayo autobiográfico "Ushant", Aiken describe este encuentro: "A la sombra del volcán y al sonido del repicar de los tacones de Nita (Jan), esos inmisericordes y duros taconcitos repercutiendo sobre los mosaicos del corredor, Nita a la que D. (Aiken) le había presentado en la Alhambra con la esperanza de que esa bella y elusiva criatura fuera la cura que él (Malcolm) necesitaba, ahí, ese doble de William Blackstone y también de D., se involucró simultáneamente en forjar su visión apocalíptica, siempre enraizada en esas correspondencias místicas tan suyas, y en las intrincadas resonancias y cadencias de lenguaje que un día llegaría a dominar" El dictamen de Aiken fue absolutamente cierto, ya que Jan Gabrial acabaría por convertirse en su esposa y musa. Metamorfoseada en  el personaje de Yvonne, fue el mito dramático y  pasional que reafirmó el fatalismo mítico del amor truncado en  "Under the Volcano" 

 
 


Realmente fue Clarissa Aiken la que actuó como Celestina, bajo la presión un tanto perversa de su marido, que imaginó poder compartir con su discípulo el amor de Jan. Y cuando ella comenta a Malcolm que aspira a ser escritora, éste le presta su galerada de "Ultramarine". Jan confesaría: "Adoro al escritor, pero no estoy segura de sentir los mismo por el hombre". Jan era demasiado exigente, elusiva, y de una belleza un tanto destructiva: "Sus ojos resultaban feroces y distantes". Tras unos meses en Granada, Jan partió hacia Portugal, Mallorca y Barcelona, siguiendo luego hacia el sur de Francia, Florencia, Capri y París; y Malcolm volvió a sus francachelas de dipsómano en Londres. No obstante, siguió asediando a Jan con cartas interminables, apasionadas y extravagantes que ella percibió como un lenguaje poético, pero de una urgencia intoxicante. Tras cuatro meses de separación, en septiembre, Jan viaja a Londres y su apasionado "writing paper lover" no acude a recibirla a la estación de Victoria Station. El encuentro entre ambos se produciría cuatro días más tarde; y en noviembre, bajo los efectos de una soberana borrachera, Malcolm le pide que se case con él. Contra todo lo imaginable, Jan decide contraer matrimonio con Malcolm, y se casan en París el 6 de enero de 1934. Fue una ceremonia casi privada, sin anillos ni luna de miel. Malcolm ofrendó, con su acostumbrada extravagancia, un "Ça va, ça va", en lugar de exclamar el consabido "Si quiero" a la pregunta de si aceptaba como esposa a Jan.
 

Fue una de sus relaciones más turbias. Jan odiaba la adición de Malcolm por el alcohol y no dejó de acusarle de que, en realidad, se sentía atraído por homosexuales. Jan tuvo un aborto y huyó a New York con la promesa de que iba a ver a su madre y de que volvería para escribir junto a él en algún otro lugar de Francia que no fuese París. Enajenado, Lowry recurriría a su padre, en la que sería su última entrevista con él. Le confesó que se había casado con una norteamericana que le había abandonado, huyendo a New York. Su enfurecido padre le conminó para que se quedase en casa, pero ante la insistencia enloquecida de su hijo, accedió a pagarle uno de los pasajes más caros a fin de que intentara recuperar a su esposa, o decidiera volver con ella a Inglaterra revendiendo el pasaje de primera. El día de su cumpleaños, 28 de julio, se embarcó en el Aquitania en Southhampont rumbo a Estados Unidos. Jan le recibió en el muelle en compañía de su madre, quien se sentía orgullosa de su yerno inglés, y le invitó a instalarse con ambas en su casa de Long Island. Lowry declinó la invitación exclamando, con sus acostumbradas excentricidades, que debía partir en busca de su "ballena blanca". Pese a todo, en New York, su alcoholismo se agravó hasta extremos tan lamentables que Lowry, incongruente, perdido y destrozado, acabaría, por mediación de su esposa, con la esperanza de que lograra  recuperarse, en el Bellevue Psychiatric Hospital en 1936. No obstante, Lowry huiría del Centro psiquiátrico, y logrando evitar que las autoridades neoyorkinas lo deportasen,  pudo refugiarse con Jan Gabrial, que aceptó de nuevo acompañarle, en Hollywood, donde Malcolm le había prometido buscar trabajo como guionista cinematográfico. Fue precisamente en dicha ciudad donde dio comienzo a la novela que lograría inmortalizarlo: "Under the Volcano" 
 


Aquel mismo año de 1936, la pareja viajaría a México, dado que Malcolm debía renovar su visa de permanencia en EE.UU. El matrimonio llegó a Cuernavaca o Quaunáhuac (como a Lowry  le gustaba llamarla, y futuro escenario de "Under the Volcano") el 2 de noviembre, durante la celebración del  "Día de los muertos", en un intento definitivo de salvar su imposible matrimonio.
 
Bajo el brusco alud de reproches diarios por parte de Jan Gabrial, Malcolm se limita a reanudar sus acostumbradas borracheras que no se interrumpen ni aún después de la puesta del sol. Jan se siente de nuevo como atrapada por sorpresa ante el aumento de la tristeza inherente al alcoholismo irreversible de su marido, aunque, como asegura Malcolm la bebida le devuelve su plena conciencia, incitándole a escribir compulsivamente. Jan aseguraría más tarde que lo que Lowry veía en ella era la figura de una madre: "Un rol que no estuve dispuesta a asumir ni antes ni después". Finalmente, huyó del lado de Malcolm escapándose con un inesperado amante. En 1937, Malcolm se encuentra completamente solo en la ciudad mexicana de Oaxaca. Sus caídas constantes en la dipsomanía llegan a ser brutales. Es este uno de sus más negros períodos de alcoholismo: "Su noche oscura del alma". Tal es así que las autoridades mexicanas, por razones que se ignoran, deciden deportarlo. Llega a Los Ángeles en el verano de 1938, y por mediación de su familia es alojado en el Hotel Normandía, cuyo gerente recibe los cheques que Arthur Lowry envía desde Inglaterra.
 
Conoce a la actriz y escritora Margerie Bonner, cuatro años mayor que él, y mantiene con ella un affair sentimental casi hollywoodesco. Aquel mismo año, en agosto, Malcolm se traslada a Vancouver, dejando olvidado en el Hotel Normandía su galerada de "Under the Volcano". Margerie le sigue más tarde, llevando consigo el manuscrito relegado en una habitación del Hotel. Viven en un ático, pero luego se entregan al que se llamaría un nuevo intermezzo en el paraíso, viviendo juntos en una cabaña sita en Eridanus, Vancouver. En 1938, tras conseguir el divorcio de Jan Gabrial, Margerie y Malcolm contraen matrimonio. Cuando estalla la II Guerra Mundial y Lowry trata de alistarse es rechazado. Tras este fracaso personal, se suceden los malos humores, los arranques autodestructivos y las actitudes histriónicas a las que era tan adicto Malcolm Lowry. "Under the Volcano" sigue su andadura mediante la ayuda de Margerie Bonner, que se convierte en una esposa abnegada y sobreprotectora, en la única mártir (papel que jamás asumió la "good lay"-mujer fatal- Jan Gabrial) que fue capaz de sobrellevar sus terribles excesos alcohólicos, y que no dudó en aceptar sus "paseítos" como los llamaba Malcolm, que consistían en escapadas del hogar que duraban días.
 

Se trasladan a la cabaña Dollarton en British Columbia, al norte de Vancouver, que acaba incendiándose. Margerie, heroicamente, logra salvar del fuego el enésimo manuscrito de "Under the Volcano", aunque se pierde casi la totalidad de "In Ballast to the White Sea" (cuyos restos años después se editarían como "A Scholarly Edition"-"Una académica edición").
En los últimos años de su vida en Canada, Malcolm fue asistido por un tal Dr. Roberts, amigo de Margerie, a quien confiaría que su esposo era en realidad un hombre aterrorizado: "Tiene miedo a todo, a la vida, al sexo, al fracaso literario, y a cualquier tipo de autoridad". La intervención de Margerie fue primordial para que la obra maestra de Malcolm Lowry (que se escribio y rescribió durante diez largos años) llegara a publicarse, simultaneamente, en Estados Unidos e Inglaterra. Se convirtió en la madre sustituta de su "precious little mother" Evelyn Bode; una madre sacrificada que no dudó en compartir el infierno cotidiano con Lowry, ayudándole a corregir los múltiples borradores de "Under the Volcano" 



Malcolm Lowry moriría el 27 de junio de 1957 a los cuarenta y siete años en su casa de White Cottage, en Ripe, Inglaterra, país al que se había trasladado la pareja después de diversos viajes al Caribe y Estados Unidos. El enigma sobre las circunstancias de su muerte sigue siendo bastante complejo. Margerie Bonner ofreció la única versión plausible de su muerte en esa nefasta noche del 27 de junio en la que al parecer Malcolm, atrapado de nuevo por aquella "oscuridad del alma" a la que lo lanzaba el exceso de alcohol, trató de asesinar a su esposa. El parte del forense inglés indicó "death  by misadventure" ("muerte por accidente"). Dos famosos biógrafos de Malcolm Lowry Douglas Day y Gordon Bowker, plantearon un dilema: "¿Se ahogó Lowry en sus propios vómitos de alcohólico compulsivo o ingirió un frasco de barbitúricos para infringirse la muerte?" (Day). "También cabe la posibilidad de que la muerte de Lowry fuese un asesinato" (Bowker). Y acaba con una frase que se refiere a Margerie: "¿La iba a matar o se iba a suicidar si usted no lo mataba primero?". Finalmente, admite que, de haber sido asesinado por Margerie, ella, por supuesto, se llevó el secreto a la tumba. 

"Lunar Caustic" ("Piedra infernal") es una desintoxicación alcohólica experimentada por el autor en el Hospital Bellevue de Nueva York. Llevó esta historia a la altura de una obra de arte demoledora que contiene todos los temas para hacer de Malcolm Lowry uno de los escritores más influyentes de este siglo. La segunda esposa de Lowry, la abnegada Margerie Bonner, publicó "Piedra infernal" ("Lunar Caustic") en The Paris Review en 1963. Lowry, que originalmente había concebido este texto como un cuento, nunca lo dio por concluido a pesar de haber trabajado en él durante años. Según sus planes, "Lunar caustic" integraría el “purgatorio” de su soñado e inconcluso proyecto “El viaje interminable”, en el que "Bajo el Volcán" ocuparía el infierno. Seis años después de su prematura muerte ocurrida en 1957, Margerie publica el texto advirtiendo que se trata de “un trabajo principalmente de ensamblaje, una aproximación al método y a los propósitos de Lowry.No añadimos una sola línea”. Y concluye: Malcolm, no cabe duda, lo habría reescrito todo, pero ¿quién iba a poder hacerlo como él?” Posteriormente, en un acto de audacia editorial, Jonathan Cape publica el cuento como novela en 1968. R.E. Lorente lo traduce al español en 1970, y ahora la Editorial Tusquets rescata esta breve y mítica obra maestra con la traducción de Juan de Sola.

 

Hoy Margerie Bonner, fallecida el 28 de septiembre de 1988, que en vida fue inseparable compañera de Malcolm, descansa en la parte opuesta y más alejada del cementerio de Ripe, en Inglaterra, donde se haya también enterrado Malcolm Lowry. Irónicamente, los turistas que visitan Ripe muestran mucho más interés por hallar la lápida de Margerie que la de Lowry.
 

Los resentemientos y rencores del dipsómano Malcolm Lowry contra el mundo, si los hubo, dieron lugar a que la suya fuese una inspiración  célebre por su perspicacia, rebelde contra cierto tipo de lirismo (como el mismo Lowry rechazaría en las correcciones que Conrad Aiken aplicó a su novela "Ultramarine"), algo tosca y enmarañada, herida por la dipsomanía y movida por un afán polémico, y en la que palpita la tristeza de un hombre frustrado ante una vida  desperdiciada. Su última excentricidad, dictada a buen seguro por la desesperación en que se hallaba sumido, fue dedicar al mundo su propio epitafio: "Aquí yace Malcolm Lowry, difunto del Bowery -calle ebria-, su prosa fue florida, y a menudo colérica. Vivió como noctámbulo, y ebrio durante el día, y murió tocando el ukelele" ("Here lies Malcolm Lowry, late of the Bowery, whose prose was flowery, and often glowery. He lived nightly, and drank daily, and died playing the ukulele"). Sus deseos no se vieron cumplidos, ya que ningún miembro de su familia, ni su esposa ni los amigos que le sobrevivieron se encargaron de hacer constar estas palabras en su tumba.


Tan sólo dos de sus libros vieron la luz durante la corta existencia de Malcolm Lowry: "Ultramarine", 1933, y su obra maestra "Under the Volcano", hoy considerada uno de los monumentos literarios más importantes del siglo XX (ocupa el número 11 en la lista de la Modern Library's: "100 Best Novels of the 20th century"). En cuanto a la extensa colección de manuscritos que dejó inacabados, muchos de ellos permanecen inéditos. En 1961, cuatro años después de su muerte, se publicaron algunas de sus historias cortas como "Hear us", o "Lord From Heaven" y "The Dwelling Place"."Malcolm Lowry fue un hombre deslumbrante, iluminó muchas vidas, produjo una obra maestra, y murió demasiado joven"... Corre el año 2000 cuando Jan Gabrial, a los 89 años, basándose en su prodigiosa memoria, un tanto inusual para una octogenaria, e instigada por Gordon Bowker, uno de los más famosos biógrafos, como ya se indicó, de Malcolm Lowry, publica por medio de la Editoria Martin's Press "Inside the Volcano: My life with Malcolm Lowry", un amplio relato de los seis años de matrimonio, 1934-1940, con el malogrado escritor. "Cuando lo conocí era un hombre tremendamente educado, un brillante conversador y un gran atleta. El primer trauma que descubrí en él, -subraya Jan-, un problema que jamás pudo superar, fue el de tener un pene muy pequeño. Pero a mí no me molestó nunca. Sé que en su adolescencia esta cuestión física lo marcó terriblemente, dado que sus hermanos siempre le hicieron mucho daño con sus bromas al respecto". La primera reyerta matrimonial tuvo lugar al mes de matrimonio, cuando Malcolm descubrió y leyó los ocultos diarios de su esposa. En ellos, Jan expresaba con toda franqueza la insoportable dipsomanía a la que vivía supeditado su marido. "Mis diarios, -confiesa Jan Gabrial-, eran para mí algo muy personal, y Malcolm jamás debió leerlos. Por supuesto, la culpa fue mía por no guardarlos bajo llave. Pero nunca creí que fuese necesario". Jan habla de los profundos demonios que parecían formar parte de la personal cosmología de Malcolm. "Demonios que nos perseguían a ambos con una intensidad tan insoportable, que nos obligaba a trasladarnos continuamente: de Inglaterra a Francia, de allí a New York, y finalmente a Cuernavaca, en México, donde Malcolm escribió, -según Jan-, su primer borrador de "Under the Volcano", basándose, por supuesto, en nuestra difícil convivencia". Jan Gabrial no duda en insistir que ambos empezaron a echarse en cara sus respectivas culpas, aunque cargue siempre las tintas sobre la conducta de Lowry. "En privado, llegaba a ser verbalmente insultante, usando contra mí un tono áspero y agresivo, al que luego seguía otro matiz entre indignado y dolido para consigo mismo". Pese a todo, la amenaza de violencia no dejaba de mantenerse latente detrás de cada una de sus palabras. No obstante, y aunque la segunda esposa de Malcolm, Margerie, comentara, tras enviudar, que había sufrido abusos físicos o agresiones varias por parte de Lowry, Jan niega que su marido llegara a golpearla o herirla, bien que temió que en más de una ocasión llegase a hacerlo: "Inicialmente, cuando nos hallábamos en Europa, bebía tan compulsivamente que me aterrorizaba. Yo era una veinteañera por aquel entonces, y aunque había viajado mucho, jamás había conocido a un alcohólico. Vivíamos en París, y a mí me gustaba retirarme a dormir hacia las diez de la noche más o menos. Yo solía escuchar abrirse la puerta con cierto estrépito cuando Malcolm regresabas de sus rondas por los bares de París hacia la 1 o las 2 de la madrugada. Él, completamente ebrio, revoloteaba cerca de mi cama, y recuerdo que muchas veces musitaba: "Dormez. Le diable est mort" -Duerme. El diablo está muerto"- Jan también proclama que cuando Malcolm no se hallaba bebido, la vida con él podía resultar magnífica. Lowry gozó de esporádicos períodos de abstinencia, y mientras vivieron en Cuernavaca, la pareja se levantaba muy temprano, gozaban de un buen desayuno y charlaban felizmente hasta el mediodía. Actriz joven antes de casarse con Malcolm Lowry con las mismas aspiraciones literarias que su esposo, Jan Gabrial no duda en reconocer que se había casado con uno de los talentos más grandes y creativos de su generación. Un escritor comparable a William Faulkner y a James Joyce: "Existió, en verdad, aunque brevemente, una especie de combustión en nuestra vida de pareja que pudo hacernos vibrar al unísono". Bowker pregunta a Jan si ella pensaba que Lowry pudo haber llegado a sufrir una profunda depresión maníaca que le motivara a ingerir los barbitúricos con alcohol que, según las pruebas del forense, le habían producido la muerte. "Hoy sabemos mucho más de lo que supimos entonces"-responde Jan, meditabunda y evasiva, como lo fue siempre. "Pero todo esto forma parte del entramado misterioso que puede comprometer la vida de un escritor. Él no era un Joe Blow (vulgarismo típico inglés que viene a significar "hombre común y adocenado") Yo creo que cuando alguien trata de resumir las características personales de una persona cuyo trabajo admiras, tiene que darse cuenta de que sus reacciones frente a ciertos episodios cruciales en su existencia pueden mostrarse diferentes frente a las reacciones que esa otra persona pudo llegar a sentir en un determinado momento de su vida. Él fue siempre, en cierta manera, un alma perdida." Jan Gabrial falleció en 2001 a los 90 años de edad.

 

                           JOHN HUSTON: ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA DE "UNDER THE VOLCANO"-"BAJO EL VOLCÁN"-



El sello personal del gran titán norteamericano John Huston siempre se hallará presente, en lo que al Séptimo Arte se refiere, en cualquier operación de trasplante artístico novelístico-teatral al ámbito cinematográfico. Sus adaptaciones a la gran pantalla, impregnadas de una brillantísima factura estética, sensible y cultural, y de penetrantes observaciones psicológicas, han cobrado vida, por lo general, a través de un brillantísimo concierto de imágenes, virtuoso y plagado de cientos de fragmentos antológicos que lo afianzan como uno de los más grandes creadores del cine americano. Muchas son las leyendas que se tejen alrededor de su pintoresca figura y de su impetuoso genio creador. Errabundo, poco pragmático, muy amigo de los genios, la gran maestría de sus recursos expresivos se vio destinada, como sucediera con otros grandes directores cinematográficos, a chocar con la incomprensión de productores y críticos. Huston, que aprendió muy pronto a profundizar en el conocimiento de la naturaleza humana, ha sido por tanto un personaje capital en la historia del cine. Su fidelísimo respeto por cuantas novelas u obras teatrales pasaron de sus manos a la narrativa cinematográfica logran trascender, sin perderlo de vista, el realismo para aproximarse al expresionismo. En sus obras convergen así muchas resonancias estilísticas. Y como virulento crítico de costumbres y comportamientos humanos, poco amigo de prejuicios, es capaz de limitar en consecuencia cualquier actitud moralista. Por ello mismo el mundo que fotografía y nos muestra es por descontado excepcional. Sus exigencias realistas, por encima de cualquiera de las convencionales barreras geográficas, políticas o sociales que azotan el mundo, hallaron en su genio artístico muchas de las más afortunadas aplicaciones dramáticas que se recuerdan en la cinematografía norteamericana. Con su inicial, modélico y casi festivo "contubernio con el "pseudo-western- y el hampa" ("The Maltese Falcon", 1941, "The Treasure of the Sierra Madre", 1948, "Key Largo", 1948 "The Asphalt Jungle", 1950) dio al mundo uno de los mejores mensajes sociales que se puedan ofrecer a través de las sinuosidades policíacas, y le permitió exponer el drama del hombre acosado, una de las obsesiones hustonianas más constantes. En su obra también tuvo un hueco importante el romanticismo al que jamás impuso una excesiva solemnidad, viéndose así dotado de un registro mucho más amplio en su vertiente intimista.
Jan Gabrial, primera esposa de Malcolm Lowry, menciona en su libro "Inside the Volcano: My Life with Malcolm Lowry" la espléndida adaptación a la pantalla de la obra maestra de Lowry llevada a cabo por John Huston en 1984, y testimonia el talento del gran director norteamericano en la utilización del pintoresco y excitante decorado de Cuernavaca, en su "Día de los muertos", como elemento psicológico del drama que habrá de vivir su dipsómano protagonista: "Además, fue también capaz de plasmar en el film la rigurosa, poética, e inquietante atmósfera que envolvió nuestra vida en común en dicha ciudad mexicana durante el año en que Malcolm y yo convivimos en la misma".

John Huston, ayudado por el magnífico guionista Guy Gallo, otorga su genial originalidad para lograr desarrollar las veinticuatro horas de tan complicadísima temática como la que ofrece la novela. Utiliza sabiamente los elementos ambientales, exóticos y finalmente destructivos para interiorizar el drama de sus protagonistas. Y en su acepción más epidérmica, Huston vuelve a mostrarse en abierta oposición con cualquier tono moralizante, porque en la senda de la introspección de cada uno de los personajes, que apuran al máximo su invisible mundo interior, afloran los angustiosos desequilibrios sociales que agitaron y siguen agitando a todos los integrantes del drama que viven: la culpa, los reproches hirientes y la imposible redención del dipsómano protagonista Geoffrey Firmin (Albert Finney) frente a su esposa, Yvonne (Jacqueline Bisset), que lo abandonó, lo traicionó, y que vuelve como tratando de recobrar el perdón de su marido; y el sentimiento de culpabilidad del joven Hugh Firmin (Anthony Andrews), no menos traumatizado también por desertar de las Brigadas Internacionales que ayudarón a la República Española durante la Guerra Civil. En algunas imágenes como las de la fantasmágoricas, casi terroríficas, vivencias del cónsul Firmin en la cantina "El Farolito" ("La única lámpara de El Infierno ardiendo, que tanto se asemejaba a El Farolito"), parecen entrar en juego símbolos maléficos, ritos aztecas y cábalas cristianas, estructuradas en un rosario de situaciones, auténtico tour de force técnico por parte de Huston, en el que el espectador acabará visualizando casi los elementos sobrenaturales de un horror teológico y metafísico que acabarán por conceder al impactante final de Geoffrey Firmin un tono espectral y alucinante. "Under the Volcano", convertida en una estremecedora parábola expresionista, que no rehuye, como ya se indicó con anterioridad,  las experiencias intimistas, y la veta realista, o quizás sería más adecuado llamarla naturalista, de la mejor literatura, virtudes todas ellas inmejorablemente expresadas por Malcolm Lowry en su gran novela, registra también una de las más violentas conmociones sociales de cuantas filmara John Huston.
Con la acertada elección de Albert Finney crece el torbellino decadente de este drama incisivo en que nos envuelven Lowry y Huston. Finney, como pocos actores podrían haberlo hecho, no pierde de vista ni por un instante la compleja profundidad psicológica de su turbador y torturado personaje, que posee ya una dimensión mítica impregnada de freudismo. Su interpretación resulta sublime al tiempo que de una insuperable originalidad, increíblemente rigurosa con su alter ego, el mismísimo Malcolm Lowry que todos imaginamos al visionar el film. Enfrentado a la cámara en un estado de ebriedad constante durante los 112 minutos que dura la película, Albert Finney se convierte en una equilibrada síntesis expresionista-realista de la dipsomanía. El alcohólico cónsul inglés Geoffrey Firmin es así potenciado con la más estremecedora veracidad por un Finney en estado de gracia, que acabará dotando a la película, como no podía ser menos, de una gigantesca trayectoria casi mitológica con su "inquietante y amargo atractivo" de esclavo de la bebida, capaz de convertirse en un monstruo que destroza vidas humanas, entre ellas la suya propia. La audacia de Huston al aceptar llevar a la pantalla "Under the Volcano" entronca sabiamente con la inigualable y penetrante caricatura, escasamente protocolaria, seductora, furibunda y dipsómana de este cónsul de vodevil, cuyo aspecto, ya un tanto grotesco, no ceja, pese a todo, en "ridiculizarse y ridiculizar" el mundo al que una vez perteneció, y cuyo recorrido por ese pequeño universo exótico, cruel, y casi incoherente, de una Quaunáhuac (Cuernavaca) no menos metafórica, simbolista y oscura en esas veinticuatro horas del  "Día de los muertos", se caracterizará por una falta total de comedimiento. Albert Finney posee tal aliento renovador en la interpretación de su excéntrico personaje que nos desborda y enriquece. Y así este perfecto temario árido, cinematográficamente portentoso, que es "Under the Volcano", nos arrastra de nuevo hacia la emoción purísima que puede desprenderse de una gran sinfonía clásica, por muy trágica que sea. La película vale, en definitiva, por su inmenso esfuerzo revalorizador de la audacia experimental y visual que significa transponer a la pantalla una gran obra literaria en la cual sus personajes se mueven como pedestales derribados del templo humano. La ejemplar maestría del film y su consumada sabiduría técnica, mantenida con un sostenido y estremecedor crescendo, ratifica una vez más nuestro testimonio de veneración hacia estas dos siluetas, poderosas y de diversa personalidad, nueva muestra de colosal madurez y vocación artística con las que el Séptimo Arte volvió a  gratificar a sus espectadores: John Huston y Albert Finney. 
 















 









 







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